martes, 2 de diciembre de 2014

Facebook y el tiempo.

Hace rato que veo en el costadito de mi página de inicio en Facebook, un cartelito que me va avisando: Hace 15 días que no publicas en El ojo de la mosca, hace 18 días que no publicas..., hace 20 días, 25,...
Y sí, es verdad... Yo no los había contado pero Facebook sí.Y lo peor es que Facebook ni si quiera se da cuenta que lo que publiqué hace veintitantos días (ya casi 30) era un refrito, así que cosas nuevas hace todavía más tiempo.
Tengo excusas, tengo muy buenas excusas. Esta es la época de año en la que más trabajo, estuve terminando unos cuentos que tenía en carpeta, estoy con muchos problemas. Muy lindas excusas pero ahí está la cifra. Provocándome culpa, remordimientos. Hace 27 días que no publicas. ¿Vas a abandonar el blog? ¿No estabas tan entusiasmado?,
No, para nada, señor Facebook, de ninguna manera, señor Zuckerberg, absolutamente no, señores de la CIA y de la Side, de la Kgb y de la Stasi. Ya voy a volver a publicar. Me emociona que estén todos tan interesados en lo que pienso.
Así que ahí va.
Qué cosa con el tiempo, no.
Una vez, en la época en que grababa quinientos temas por semana, Calamaro citó a Javier Martínez, de Manal, diciendo "Tenemos tiempo para todo y no hacemos nada" Y bueno, tenía con que sostener lo que decía. El tipo te sacaba cientos de temas por año, mientras que otros están dos años para llenar un cd con 15 temas, tres o cuatro de relleno.
La frase parece cierta. Hay tiempo, pero cuanta concentración, fuerza de voluntad, aislamiento y hasta autismo exige dedicar todo ese tiempo a algo útil, o bello, o que a uno le interesa.
Es extraño, parece que el tiempo me sobra y sin embargo, la mayoría de las semanas no consigo hacerme unos minutos para hacerme alguna tarea de portugués, idioma que estoy estudiando.
Me pongo a tocar la guitarra durante unos días, empiezo a agarrar ritmo de vuelta, y de pronto sin darme cuenta, un día me encuentro con que hace como un mes que no agarro la viola y el solo hecho de hacer un fa menor sostenido séptima me destruye los dedos y ya no puedo seguir tocando.
Habría que hacer algo con el tiempo. Medirlo de otra manera capaz. Alargar los días. Por ahí las horas de trabajo podrían durar menos. Cuando uno trabaja la hora dura 20 minutos, ponele. Cuando uno se divierte, la hora dura lo que uno quiere.
Estaría bueno.
Mientras esto no ocurra, por lo menos tienen este post. En el que hablo del tiempo y del interés de Facebook por mis comentarios.


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